Rusia se mantiene firme ante el rechazo por la comunidad LGBTI, un país que a través de los años ha condenado la mayoría de sus actitudes. Aunque desde 1993 ser gay dejó de penarse como un delito, Vladímir Putin ha logrado implantar poco a poco reformas que construyen a una nación conservadora y aislada. Lo que para muchos supone parte de los derechos humanos, de expresarse y llevar una vida común, en Rusia se les impone una traba más, al prohibir el matrimonio gay.
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Putin reafirma que: habrá sólo un padre y una madre mientras él gobierne
Las parejas gay existen y han existido desde siempre, lo que esperan es un reconocimiento y validación ante la ley. De esta forma, el resto de la sociedad dejará de percibirlos como una minoría o “extraños”, pero el gobierno ruso les dificulta el llevar una vida común. Esta vez el debate se dio ante una comisión estatal, donde se evaluaban nuevas enmiendas que formarán parte de la Constitución de Rusia, en la que se replanteó la posibilidad.
Vladímir Putin informó que, mientras él continúe en el poder, el único formato legal será “madre y padre” nunca “progenitor 1 y progenitor 2”. Reafirmando nuevamente su postura de rechazo ante la homosexualidad, en la cual se valida de la moral, la iglesia y los efectos psicológicos que según puede generar en las personas. En ocasiones anteriores, el mandatario ha tomado como punto de enfoque ante su ideología, que los matrimonios gay no producen hijos, como si la unión se hiciera únicamente para reproducirse.
Lo cierto es que, poco es el descontento ante esta noticia, ya que es bien conocida su inconformidad ante la comunidad LGBTI. Además de que ante tantos años de medidas conservacionistas, la mayor parte del pueblo ruso está a favor, y quienes no lo están, se mantienen al margen por temor.
Homofobia que persiste
Todo esto forma parte de la nueva reforma de Putin para sus próximos años en el poder, donde prohibir el matrimonio gay es una de sus tantas acciones de campaña. Asegurando que, es una forma de conservar el concepto y valores de la familia tradicional, que se ha visto en peligro tras la implementación de nuevos términos. Asimismo, liga esto con su fe en Dios y recalca que el matrimonio debe ser entre hombre y mujer o no será. También, muestra su interés por retomar acciones aplicadas durante la Unión Soviética, donde cabe recordar que la homofobia se usaba como bandera identitaria de su cultura.
Ley contra la propaganda gay
La misma fue aprobada en el año 2013, mediante poderes legislativos y la Asamblea Federal, con el fin de prohibir la trasmisión de cualquier tipo de contenido diverso. Eso incluye muestras consideradas fuera de lo común o relaciones no tradicionales (heterosexuales), principalmente con menores de edad, lo cual según su “gravedad”, puede ser penado con multas y cárcel. Esto ha generado un evidente incremento en la homofobia.
Bajo una ley completamente llena de prejuicios, en la cual se excluye la educación sexual diversa, partiendo desde el respeto y libre entendimiento, los niños y adolescentes que comienzan a experimentar su sexualidad con preferencia por su mismo sexo o sus distintas posibilidades, carecen de una figura con la cual identificarse o un patrón, trayendo consecuencias psicológicas. Irónicamente Putin ha expuesto que dicha regulación parte de cómo puede afectar a la sociedad y su moral. Descartando un posible entendimiento por parte de la ciudadanía, quienes ya han normalizado estas medidas homófobas, en su gran mayoría.
La adopción tampoco será una opción
Además, Rusia prohíbe a los huérfanos de su país, ser adoptados por parejas del mismo sexo que se han unido en matrimonio en países donde este es legal. La ley aplica para solteros, sólo es posible adoptar a niños rusos, si se es mayor de 18 años y se mantiene un matrimonio heterosexual.