La humedad es un problema que, aparentemente inocente, acaba por constituir uno de los riesgos más críticos para una edificación. Por eso, lo que comienza como una pequeña mancha y termina siendo algo peor, es lo que se debe combatir desde el primer momento.
Sin embargo, para hablar de cómo combatir la humedad, primero es necesario determinar qué tipos de humedades existen, cuáles son las más frecuentes en el hogar y cómo se pueden erradicar de la manera más fácil posible, es decir, sin que exista una imperiosa necesidad de hacer reformas o construcciones de envergadura; aunque en algunos casos hará falta.
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Tipos de humedades
Cada tipo de humedad se diferencia de las demás porque requiere de un tratamiento diferente, de la utilización de ciertos materiales y, en general, de lo bien que se establezca el diagnóstico sobre la humedad dependerá la eficacia de las soluciones planteadas.
- Condensación: suele formar manchas de moho, y se produce por la evaporación de agua en interiores. Por eso, es común en baños o cocinas, y aunque hasta cierto punto se puede controlar la causa, es necesario siempre actuar con rapidez.
- Capilaridad: el agua que está en el subsuelo y sube a través de los cimientos y paredes de las construcciones, es lo que se conoce como humedad por capilaridad. La causa suele ser que el suelo es muy húmedo, no se aisló correctamente la cimentación de la edificación, o que los materiales son muy porosos o de mala calidad.
- Filtración: si es en techos, puede ser deterioro, rotura o mala impermeabilización. Si es en fachadas, paredes y demás, puede ser por la rotura de una tubería, entre otras tantas situaciones que estén produciendo la humedad.
Muchas veces, sin embargo, la humedad en el hogar es un problema combinado de diferentes causas y orígenes, por lo que tanto la condensación y la filtración pudieran darse juntas sin problemas, de igual modo que la filtración y la humedad por capilaridad.
¿Qué hacer para combatir la humedad?
Lo más recomendable es contactar y contratar a empresas que sean especialistas en el tema, es decir, que brinden una solución eficaz a todo tipo de humedades, sea en el hogar o en la empresa.
Las empresas que trabajan en el sector de la impermeabilización de espacios serán un buen punto para empezar, ya que persiguen la misma finalidad.
Saliendo un poco de esa recomendación, hay cosas que pueden hacer las personas por sí mismas para combatir problemas de humedad en casa:
- Limpieza y ventilación: la ventilación evita en gran parte la humedad. No es raro, entonces, que las manchas de humedad aparezcan antes en habitaciones cerradas, como los baños, o en sótanos. Aparte de la ventilación, es necesario siempre hacer una limpieza profunda, ya que la humedad trae ácaros, mal olor, bacterias, hongos, moho e incluso dañará el mobiliario.
- Deshumidificador: es un producto ideal para controlar los niveles de humedad en casa, en cualquier habitación o en el hogar al completo. Desde luego, si el problema es debido al factor climático o a las condiciones del terreno, puede ser una buena forma. Si la humedad se produce por un problema de filtración o por mal aislamiento, lo más recomendable es contactar a un experto para plantear una solución definitiva para el problema.
- Buenas prácticas: aparte de la ventilación y la limpieza, evitar malos hábitos como cocinar sin abrir las ventanas o encender el extractor, utilizar bien los sistemas de climatización para no generar humedad; no tener demasiadas plantas de interior o dejar que se acumule humedad en el plato de ducha, puede bastar para que el cambio sea drástico en el hogar.
La humedad es un problema estructural para los hogares, pero también lo es para la salud, siendo el origen de muchas enfermedades respiratorias y alergias. Por esa razón, mantener un hogar libre de humedades debe ser siempre una prioridad.
