Existen muchos artículos referentes a dietas y rutinas mágicas que te aseguran llegar a tu peso deseado. Es normal que la gente se pregunte cual opción es la mejor, pues muchos aseguran que con cambiar la dieta tendrás resultados sin necesidad de ejercitarte. Otros argumentan que la actividad física es prioritaria, pues es la única forma de quemar la grasa y fortalecer el cuerpo. Pero la respuesta de los expertos en salud suele ser la misma: la dieta y el ejercicio van de la mano; y es que, sin una, la otra no es tan efectiva.
Una dieta baja en calorías evitará que sigas aumentando de peso, pues la comida que ingresa a tu organismo estará más equilibrada. Con el ejercicio, aumentarás tu metabolismo y quemarás esa grasa que tanto daño hace a tu cuerpo, algo que no puedes lograr con solo cambiar la alimentación.
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¿Cómo equilibrar la dieta y el ejercicio?
Si bien existen diferentes tipos de dieta, esta debe adaptarse a las condiciones especificas de cada persona, pues existen diferentes factores determinantes como su estado de salud, gusto personal y meta a alcanzar. A mayor cantidad de actividad física, necesitarás ingerir mayores cantidades de calorías, pues tu cuerpo tiene que reponer las energías perdidas, caso contrario de alguien que hace una actividad física más ligera. Un error frecuente es disminuir la ingesta de comida aun haciendo una importante actividad física, lo que, además de dejarte sin energías, puede ocasionarte graves daños a la salud como mareos, dolores de cabeza, y algunas veces aumento en el peso.
A veces, es mejor consultar con un nutricionista, pues él te hará los exámenes pertinentes (índice de masa muscular, cantidad de grasa, etc.). El experto te podrá decir cuáles son tus necesidades nutricionales y cuales alimentos debes evitar o disminuir para alcanzar tus objetivos. Por ejemplo, si deseas ganar más musculo, este dirá cuales proteínas son ideales y en qué cantidad o cómo reponerte de una rutina sin que sea contraproducente para tu cuerpo.
Una de las tantas formas de equilibrar estos dos elementos es contando las calorías. Contar las calorías que consumes facilitará planificar tus rutinas y comidas. Existen dispositivos que cuentan las calorías quemadas en cada actividad física, aunque generalmente las rutinas tienen un promedio según sea la intensidad que apliques. Otra herramienta útil son los pesos para los alimentos, ya que es común dejarse llevar por la vista y cocinar grandes cantidades de comida sin darnos cuenta.
Revisar las calorías y el azúcar que traen los productos es importante, pues no todos los alimentos tienen la misma calidad nutricional. Por esto se suele recomendar a las personas preparar sus propias comidas, aunque esto puede quitarle una importante parte de tu tiempo. Si eres una persona ocupada, puedes tomarte un día para planificar tus comidas de la semana, teniendo preparado y guardado previamente cada y lo que tengas que hacer es cocinarlo.
Busca alternativas
Muchas veces la dieta y el ejercicio pueden representar un sacrificio: dejas de comer lo que quieres e inviertes horas en ejercicios que te ocasionarán cansancio. Lo que se busca es que la persona disfrute el proceso de mejorar su salud, teniendo un nuevo estilo de vida donde se sienta a gusto. No tienes que ir obligatoriamente a un gimnasio: hay muchas formar de hacer actividad física, como nadar, hacer yoga, trotar etc. Hay una infinidad de maneras, debes buscar aquella en que te sientas mas cómodo.
Con la comida pasa algo similar: muchas veces lo que se recomienda es cambiar la forma en que se preparan tus comidas, en vez de freír el pollo, hacerlo al horno, en vez de un helado, come una fruta para la merienda. Las alternativas permitirán hacer el cambio más llevadero y facilitaran la experiencia.