Más allá de los atractivos que la naturaleza y la mano del hombre han dispuesto para los turistas, Perú tiene un encanto particular, y es su gastronomía, mezcla de tradición precolombina con influencia española, francesa, árabe, italiana, africana, china, japonesa; una combinación de la expresión de los cinco continentes.
Podría decirse que la gastronomía peruana es la más fiel representación de lo que ha sido su historia, pues desde antes de la llegada de los españoles, ya Perú tenía un largo camino andado con relación a otros países de América, especialmente en la conservación de carnes, aves y pescados, en el cultivo de raíces y tubérculos y en la utilización de especies y técnicas para condimentar y conservar los alimentos.
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Reconocida a nivel mundial
Hacia finales del siglo pasado y comienzos del siglo XXI, la gastronomía de Perú comenzó a hacerse famosa más allá de sus fronteras; en eventos como la Cuarta Cumbre Internacional de Gastronomía Madrid Fusión 2006, Lima fue reconocida como la capital gastronómica de América; en octubre de 2007, la gastronomía del Perú fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación.
Así mismo, en la celebración del Año Interamericano de la Cultura 2011, la OEA le dio la distinción a la gastronomía del Perú de Patrimonio Cultural de las Américas para el Mundo; y en el año 2012, Perú fue escogido en los World Travel Awards, como Principal Destino Culinario a nivel mundial.
La gastronomía del Perú es en la actualidad una marca mundial, y las cifras de turistas que visitan ese país van en aumento, pasando de 1.4 millones en 2004, a 4.4 millones en 2018, lo que evidencian porqué este país ha sido seleccionado como destino culinario a nivel mundial, así como los reconocimientos y medallas internacionales que constantemente reciben los chefs por las innovaciones, la creación de platos nuevos y la apertura hacia la experimentación constante.
Un poco de historia
Las montañas andinas peruanas fueron el escenario para las plantaciones en la época antigua, donde cultivaban productos nativos como los tubérculos (con las más de 2.500 variedades de papa), maíz, yuca, mandiocas, quinua, amaranto, tomate, palta, calabaza, frijoles, hierbas aromáticas, y un largo etcétera.
Previamente a la llegada de los europeos, en Perú confluían varias culturas producto de las conquistas del Imperio Inca, donde estaban incluidas las particularidades gastronómicas; ya para la época se preparaban alimentos deshidratados para impedir que se descompusieran y era común el consumo de pescados, mariscos, carne de pato, alpaca, llama, cuy, venado y lagartos.
Desde hace miles de años los peruanos tienen en su gastronomía los chupes o sopas, y los guisos famosos conocidos como carapulcra; cocinaban potajes con productos crudos del mar que marinaban con hierbas y ají.
La cocina criolla
Con la llegada de los españoles, se incorporaron a la gastronomía del Perú las costumbres culinarias europeas como las frituras, además de carnes de cerdo, res, huevos de gallina y otros productos que combinados con los ajíes resultaron ser básicos para la cocina, como el ajo, la cebolla y la lima. El resultado es la conocida cocina criolla de Perú.
Después de la independencia del Perú, en 1811, ocurrieron migraciones de diferentes países del mundo cuyas tradiciones y características culinarias se integraron a la gastronomía del Perú; como por ejemplo, a mediados del siglo XIX la migración de los chinos introdujo el agridulce y el salteado a fuego alto; sin embargo, el mayor aporte fue el arroz, que si bien ya formaba parte del menú peruano desde el siglo XVI, luego de esta migración, el arroz pasó a ser la principal guarnición de la comida peruana.
Con la migración italiana de mediados del siglo XIX, se hizo popular la preparación de pastas y postres; lo mismo ocurrió con la migración japonesa de finales de ese mismo siglo, que produjo una fuerte influencia en la preparación de platos con productos del mar y salsas.
Según las regiones de ese país, la gastronomía tiene representación de la cocina costeña, andina y de la selva; toda una variedad que hacen de Perú en destino gastronómico por excelencia.