El avance del mundo tecnológico ha permitido que cada día se impulsen los límites conocidos para que la tecnología pueda ser implementada o utilizada en nuevas áreas, o que su uso en los distintos contextos donde ya es familiar sea más comprometido.
Este es el caso de la impresión 3D. La impresión 3D ha llegado a un punto en el que se ha mezclado con el arte, con los oficios y con las tradiciones de muchas personas, y ha logrado implementarse tan bien con ellas que ahora las piezas creadas mediante impresiones 3D son comercializadas, porque el público puede admirar y apreciar el arte de una manera diferente.
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¿La impresión 3D es artesanía?
La producción de los objetos a nivel industrial ha dominado los mercados por la capacidad de fabricar las cosas en masa, haciendo que la disponibilidad de estos objetos siempre esté presente.
Pero lo artesanal siempre tiene un agregado llamativo al que no se puede resistir o negar; lo artesanal es original, se siente auténtico, rescatado, expresa el espíritu de las tradiciones. Esto pasa con la alfarería, la joyería, la orfebrería, la moda, e incluso con la comida y los alimentos.
Ahora, la impresión 3D ha difuminado la línea que separa la fabricación de objetos de forma manual y la producción de estos en masa de manera industrial; la tecnología ha permitido llevar la artesanía manual más allá de lo que se había conocido, la tecnología se ha implementado a ella para impulsar la creatividad y los límites.
Entonces, ¿la impresión 3D puede ser considerada como artesanía? Claro que sí. Puede verse como una industrialización reducida, pero el espíritu de la artesanía sigue presente. Esto es algo que se ha debatido mucho en los últimos años, e incluso se han lanzado libros al respecto, exponiendo cómo lo digital puede seguir siendo considerado como una tarea manual.
Creación desde cero
Cada una de las piezas creadas mediante la impresión 3D sigue los estándares o los fundamentos de la artesanía. El primero y más importante de estos es que los objetos o las piezas deben ser creadas desde cero, con el artesano dándole forma a estas de manera aditiva o consecuente.
Con la impresión 3D pasa esto, pues la impresora va creando los objetos por capas y va siguiendo la forma que ya fue establecida de manera digital. Esto trae una mayor precisión al proceso de creación sin perder la singularidad estética de que cada pieza sea distinta de la otra por haber sido hechas cada una a su tiempo, y no de manera automática.
Accesibilidad
La artesanía, históricamente, ha sido la manera que las culturas han encontrado para dejar su legado (arte representativo), para cubrir sus necesidades (vajillas, jarrones y demás) y para satisfacer sus gustos (joyería y adornos). Y ha sido hecha con los materiales que estaban a su disposición, por lo que eran accesibles.
Hoy, con las impresiones 3D, la artesanía sigue manteniendo su nivel de accesibilidad, en especial porque las impresoras 3D pueden conseguirse de manera doméstica.
Aplicaciones de la impresión 3D en la artesanía
Alfarería
La alfarería es una artesanía que no había cambiado a lo largo de los años, pero ahora se pueden crear objetos con el uso de arcilla o cerámica utilizando impresoras 3D especiales. El acabado rugoso o rayado le da un aspecto diferente a las piezas.
Muebles
Para los muebles, las impresoras 3D pueden imprimir cada una de las piezas o de los componentes de estos para que luego sean ensamblados y armados, haciendo posible que todas las personas tengan los muebles de sus sueños a un costo bajo.
Moda
En el mundo de la moda, la diseñadora Iris Van Harpen ha sido pionera en la utilización de las impresiones en 3D para crear sus piezas únicas. Esto ha demostrado que con el uso de la tecnología, se pueden expandir los límites de la imaginación y de la creatividad, abriendo un mundo de posibilidades para que sean realizadas.
