La maternidad representa un sinfín de emociones y es un proceso irrepetible dentro de cada hogar. Los cambios no solo son hormonales y físicos; y no solo afectan a la madre, sino a toda la familia y a su interacción regular. Adaptarse para la llegada de otro ser debe darse bajo las mejores condiciones y un renglón importantísimo dentro de ello, es preparar la habitación del bebé.
El principal aspecto para elegir la habitación, es que preferiblemente sea un cuarto cercano al de los padres, con iluminación natural y ventilación.
El tiempo apremia y antes de que te des cuenta tendrás un bebé en casa, esta premisa ajústala en la toma de decisiones a la hora de preparar la habitación del bebé. La idea es que los arreglos no pierdan vigencia en unos cuantos meses y puedan ser funcionales aun y cuando el bebé haya crecido un poco.
Lo más recomendable es realizar una lista. Comienza por lo que a veces puede ser más complicado, así tendríamos en orden: paredes, mobiliario, accesorios.
Contenido
Diseño y colores
Los formalismos en cuanto al azul y rosado han quedado atrás. Los colores no deben ser una restricción. Siéntete en plena libertad para jugar con la amplia gama de colores y tonalidades existentes.
Muchos padres optan por hacer decoraciones neutras antes de saber el género, porque hay un factor de tiempo corto y dependiendo de las remodelaciones, estas llevan su espacio. Sin embargo; los clásicos siempre se manifestarán. El uso de colores pasteles, amarillo pálido, salmón, turquesa, beige, crema y blanco, son perfectos para aplicar en paredes ya que producen una sensación relajante.
Mobiliario
Elección de la cuna
La madera es el material que por excelencia sirve como aislador térmico y que en caso de así requerirlo, puede ajustarse o redimensionarse, a diferencia del plástico y metal.
Las cunas revestidas de tul son un arma de doble filo; aíslan insectos pero también suponen un hogar de polvo y ácaros, por lo cual su lavado debe ser constante. En caso de utilizarlos, escoge tonalidades que aporten visibilidad como el blanco.
La elección de sábanas aporta color dentro de la decoración de la habitación. Las telas de algodón son perfectas para tu bebé ya que son hipoalergénicas. Las tendencias en cuanto a estampados apuntan hacia el minimalismo en patrones geométricos, florales y de fauna.
Busca practicidad
Escoger muebles que puedan tener doble función es una excelente propuesta para ahorrar espacio. Por ejemplo, un gavetero también puede servir como cambiador o mesa para colocar una lámpara o productos higiénicos que el bebé requiera.
Por otro lado, la cuna nunca debe estar colocada directamente sobre el suelo. Si el cuarto es de tamaño reducido aprovecha el espacio entre la cuna y el piso para colocar otros elementos como un colchón adicional.
Crea temáticas con accesorios
Muchas veces menos es más, y a medida que el bebé crezca, requerirá de más espacio y otros ornamentos para su mejor desenvolvimiento.
Las alfombras aportan un estilo sofisticado. Si se combinan estampados botánicos en las sábanas, una alfombra o tatami en verde pastel, más una lámpara con algún motivo de animales o frutas, se crea una temática tropical, por ejemplo.
Juguetes
Opta por materiales nobles. Los juguetes de tela y de madera, estimulan el tacto; lo frío, cálido, suave y pueden acoplarse a cualquier temática decorativa.
Los móviles musicales giratorios son apropiados para inducirles al sueño y relajarlos. Hay que tomar en cuenta que no todos los juguetes van en concordancia con los meses del bebé. Comprar juguetes de distintos materiales le enseñará a distinguir entre el calor, el frío y lo suave.
