¿Qué son y cómo escoger estufas de exterior?

Cómo escoger estufas de exterior

Aunque en su origen fueron pequeños aparatos destinados a una utilización doméstica, en la actualidad, las estufas para exteriores son bastante populares en la industria de la hostelería. Escoger una estufa ideal es el paso inicial para habilitar un espacio acogedor, en el exterior, indiferentemente del tiempo que esté haciendo.

En las noches o en los días de invierno, los espacios exteriores no pueden utilizarse completamente. La nieve, las bajas temperaturas y lo poco acogedor del patio, jardín o terraza, se convierten en obstáculos para el disfrute, y en ocasiones, se dejan de utilizar ciertos espacios mientras el tiempo no acompaña. Es justo allí donde las estufas de exterior para terrazas representan una solución de lo más eficiente y, por ello muchas personas, más que nada en la industria de la hostelería, se plantean la inversión en este tipo de aparatos.

¿Qué son las estufas de exterior?

Las estufas de exteriores no difieren mucho del funcionamiento de una estufa convencional -de gas o eléctrica-, ya que están ideadas para cumplir la misma función de calentar un lugar en particular. La principal diferencia de esta clase de aparatos, es que las estufas exteriores tienen un diseño distinto y una potencia mucho mayor.

Así las cosas, son estufas que han sido diseñadas para soportar las inclemencias climáticas de un lugar en el exterior -como un jardín o una terraza-, pero a su vez, han sido construidas para tener la potencia necesaria como para calentar un espacio de entre 10 a 40 metros cuadrados. Por lo que un jardín mediano o una terraza grande podría ser utilizada en invierno, ya que estos aparatos mantendrán siempre bien climatizado dicho lugar.

¿Cómo escogerlas?

Pero no todas las estufas para exteriores son iguales ni funcionan de la misma manera, por esa razón, algunas personas prefieren escoger con cuidado antes de realizar la inversión, ya que no suelen ser productos tan económicos.

Escoger una estufa para exteriores correcta siempre dependerá del lugar donde se quiera instalar, de cuál sea la capacidad o potencia necesaria para hacer confortable cualquier espacio exterior, y hasta de la inversión o el presupuesto, ya que no será lo mismo el presupuesto familiar para instalar una estufa en el balcón que una estufa para calentar un espacio de terraza de un negocio o local comercial.

  • Combustible: si bien, lo ideal es alimentar la estufa con gas -que es más barato-, a nivel de gestión y modernidad, las estufas exteriores eléctricas han avanzado bastante. En la actualidad la decisión no siempre dependerá del tipo de combustible utilizado, sino de la eficiencia asociada a su utilización.
  • Potencia: medida en kW, la mayoría de las personas y empresas suelen basarse más en la cantidad de metros cuadrados que pueden mantener con una temperatura confortable y por cuánto tiempo se pueden mantener funcionando. Algunas buenas estufas exteriores pueden trabajar durante más de 12 horas continuas y en espacios de aproximadamente 20 metros cuadrados.
  • Tipo de estufa: tipo torre, en forma de chimenea, con halógenos, hay diferentes tipos de estufas y cada uno de ellas funciona de forma diferente, aunque todas tengan un mismo objetivo. La mayoría de las veces, la elección tendrá que ver con cuestiones de espacio y de diseño, pero casi siempre, las más tradicionales serán las más potentes, mientras que las más modernas y vanguardistas suelen estar reservadas para los que priorizan la estética y el diseño por encima de la potencia y la funcionalidad.

La importancia detrás de la utilización de estufas para exteriores radica en la posibilidad de abrir espacios en invierno que sin las estufas deberían permanecer cerrados, por una simple cuestión de mal tiempo. A pesar de que representan una inversión considerable, cuando se planifica bien y cuando se le piensa dar un uso adecuado, la amortización se lleva a cabo en muy poco tiempo, dando réditos inmediatos para quienes elijan la utilización de estos aparatos.

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